Sor. Celia Bernal Cordero
Ex alumna y maestra de la escuela
La fundación de una escuelita para los niños pobres del sector; empiezan
las gestiones a las autoridades de Educación Provincial, cuya petición es
aceptada pero como existe la casa de hacienda, se pregunta: ¿En dónde damos
clases? Pues la contestación fue inmediata bajo la inspiración del espíritu
Santo.
Mientras tanto en la mente de Sor Clementina surgía la idea de empezar
urgente la educación, pues inicia la escuela pidiendo a los vecinos sus casas
para que puedan funcionar los primeros grados.
De inmediato, continua el sueño de construir la escuela, y de la misma
forma inician los cimientos, así velozmente basándose en migas, con gente
solidaria y nuestros padres de familia e incluso los niños y niñas, pusimos
nuestras pequeñas manos para encontrar las tejas con lodo preparado pasando a
manera de chasqui, con la finalidad de que pronto se cumpla el sueño de tener
un local propio de la escuelita.
Hubo algunas generaciones que repetían los años hasta el cuarto grado porque
no había quinto y sexto grados, en un año determinado se abrió el quinto y con
estos mismos alumnos se pasó al sexto grado, para este último grado, pidió
colaboración a Madre Laurita Garate que trabajaba en ese entonces en el colegio
Rosa de Jesús Cordero para dar clases de algunas materias, así quedaron
completos los años de escolaridad. La escuela fue creciendo, siendo yo, Sor
Celia Bernal Cordero, ex alumna de esta escuela, religiosa vocación de Madre
Clementina nuestra fundadora.
Muchas historias, anécdotas y recuerdos han pasado, pero la más
importante es que, los deseos de nuestra fundadora que se destacó por su valor,
se han cumplido.
los recuerdos que más se han grabado son: las siembras, las deshierbas,
las segundas y cosechas de maizales, trigales, Zambales, legumbres, tubérculos,
hortalizas, frutas, y flores de jardín, destacándose las margaritas perfumadas
para el "Amito Sacramentado", siendo los productos cultivados, parte
del alimento para los pequeños educandos.
Al desgrane acudíamos muy gustosos, en la guardilla de la escuela en
donde las tusas eran utilizadas para nuestros juegos infantiles, risas y algarabías;
pero para regresar a casa nos enseñaba a dejar todo en orden.
Las madrugadas para ser los primeros en la oración de la mañana,
caminando de todos los sectores: Patamarca, Ricaurte, Sinincay, Mayancela y
Milchichig.
Recuerdo las devociones inculcadas por Sor Clementina Flores para cada
uno de los días de la semana:
Lunes: a las almas del purgatorio
Martes: a nuestro Padre Santo Domingo
Miércoles: a San José
Jueves: a la Santa Eucaristía
Viernes: al Sagrado Corazón de Jesús
Sábado: a Mamita Virgencita
Domingo: a Jesús Resucitado.
Tantos oraciones que tengo en mi mente hasta hoy, unas aprendidas en
casa y afirmadas en la escuela y otras aprendidas en mi segundo hogar; luego la
formación y a clases hasta las 10 horas en que salíamos tomar leche clin con pan
que era nuestro refrigerio, continuaban las clases hasta las 12 horas, que con
hambre esperábamos el almuerzo que consistía una comida sémola, dulce de zambo
y a veces una fruta...
Las fiestas que se celebrada son: en octubre, la Morenita del Rosario;
en noviembre el día de madre Clementina; en diciembre, la Novena al Niñito
Jesús.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhgrLsfCp_5OX8B6GjdhCQPYXM9b3rv6evvmt1ctRs2IHib2BHqmBFjoZGEyaBC-FiBdZYlUI76fzvjBGydb5HocsJqonRXwDw7xXhNinOi9_yIctOBasyv65XvGNJxplgowWjFYE8fvTW/s320/PIO.jpg)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario